jueves, 14 de diciembre de 2017

LAS OTRAS VICTIMAS DE LAS MINAS ANTIPERSONALES CANINOS DEL EJERCITO NACI...



Ella es Kiara, una labradora de cinco años y medio, de los cuales ha dedicado cuatro al servicio del Ejército Nacional. Sin embargo, a diferencia de otros ejemplares de su misma raza y edad, no puede saltar, ni correr y menos participar en las misiones para las que fue entrenada, porque en cumplimiento de sus tareas como integrante de un binomio canino del grupo de Explosivos y Demoliciones de una de las compañías del Batallón de Combate Terrestre No. 151, tuvo un accidente en zona rural de San Vicente del Caguán, que, aunque le cobró su integridad, salvó la vida de más de 70 hombres de la unidad. El soldado profesional EDWIN LEÓN. ENFERMERO CENTRO DE ENTRENAMIENTO CANINO BIMEJ 12. Narra los hechos “En un desplazamiento que llevaba el Batallón de combate terrestre 151, una compañía de ese batallón cayó en un campo minado el día 26 de diciembre de 2014, que fueron los hechos que ocurrieron en un desplazamiento o alguien activó un artefacto explosivo en el cual le causó lesión en el miembro pélvico de hecho, causándole mutilación del mismo y laceraciones en la parte de las glándulas mamarias”. Pero Kiara, no es la única de su especie que lleva las marcas de la guerra en su cuerpo al recibir la honda de un artefacto explosivo en un departamento como el Caquetá, que de acuerdo con datos de la Dirección de Acción Integral contra las Minas Antipersonales, es el tercero más afectado del país con 936 víctimas registradas desde 1990. Los perros que empezaron a ser empleados por la Fuerza hace 18 años para apoyar las labores de detección de explosivos y sustancias narcóticas, al igual que militares y la población civil, de manera anónima se sacrificaron para hacer de Colombia, una menor nación. En el departamento del Caquetá han sido afectados aproximadamente 200 ejemplares, entre que han caído, han perdido sus extremidades, como también han caído en acción. Ellos que son símbolo de lealtad y fidelidad, en la segunda fase de recuperación, que es la que está comprendida después de los primeros auxilios e intervenciones quirúrgicas a la readaptación, llegan al Centro de Entrenamiento Canino del Batallón de Ingenieros Militares No. 12 General Liborio Mejía, a donde también arriban cuadrúpedos con Leishmaniasis y enfermedades del trópico que se adquieren en el teatro operacional, donde con terapias, amor y comprensión se encaminan para que superen las lesiones. Aunque poco se conoce de las glorias anónimas que estos héroes le han dado a la Nación, siendo blanco de las cicatrices de la guerra, su papel en la construcción de la victoria, se ha mantenido incólume, porque aún sin poder hablar, bajo la protección de San Roque, santo patrono de los animales, durante las dos últimas décadas, han guiado los pasos de nuestras tropas. #EjercitoNacional #PasiónCaquetá #FeenColombia

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